Legal Challenges Faced with New Lifestyles

Recent generations have seen an abandonment of traditional monogamous structures. What legal challenges come with that change?

La sociedad está en constante evolución, y los modelos de convivencia y familias cambian como consecuencia de esto. El ordenamiento jurídico de una sociedad debe adecuarse a las prácticas de convivencia vigentes y no viceversa. Un buen régimen jurídico debería permitir que las personas puedan desarrollar sus vidas de la manera que les plazca teniendo un marco normativo que les ofrezca seguridad y protección.  ¿A qué retos se enfrentará el derecho costarricense ante estos cambios?

Retos ante las nuevas relaciones de pareja

Cada vez más personas deciden llevar un estilo de vida donde mantienen múltiples relaciones romántico-afectivas, construyendo sus vidas con más de una pareja. Esto genera un problema en temas de herencia, reconocimiento de uniones de hecho, pensiones alimentarias y seguros, debido a que el derecho costarricense presume que todas las personas son monógamas. Existe entonces una desprotección legal; el sistema de norma se encuentra desactualizado y no toma en cuenta nuevos estilos de vida.

Por ejemplo, si una persona que mantenía dos relaciones romántico-afectivas desde hace más de 10 años, con las que convive y construyó una vida común fallece sin testamento, el proceso de reconocimiento de unión de hecho para ambos casos se vería negado. El Código de Familia pone como requisito para su reconocimiento que sea una relación pública, notoria y única. Esto descarta de manera inmediata la posibilidad de las personas sobrevivientes de entrar al proceso sucesorio como herederas. 

Ante esta situación, las personas que deciden llevar un estilo de vida no monógamo tienen muy pocas opciones para ordenar sus patrimonios. Una alternativa es constituir una sociedad con cada una de sus parejas y manejar sus patrimonios comunes mediante estas personas jurídicas. Esta solución es cara y requiere muchísimo tiempo de administración. Además es incierta: la herencia de las acciones o cuotas también caería en el mismo problema mencionado arriba. Este es tan solo uno de los múltiples vacíos legales que enfrentarán las nuevas generaciones. Es claro que las leyes ya no responden a la realidad de muchas personas.

Retos ante la crianza colectiva de niñes

El aumento del costo de vida y de horas laborales, dificulta cada vez más que dos personas puedan enfrentar solas la crianza de une niñe. Los últimos años han visto el crecimiento de un modelo donde varias personas toman un rol activo en la crianza y manutención de la persona infante, ya sean familiares o amigos. De esta forma las cargas económicas, logísticas y de tiempo que conlleva criar a une niñe se reparten en este grupo de personas adultas.

Sin embargo, el derecho costarricense únicamente reconoce derechos y obligaciones para dos padres, ya sea biológicos o legales, de la persona menor de edad. Esto se da por la herencia católica española de nuestro derecho, que considera que un matrimonio heterosexual es el único modelo de familia correcto. No obstante, durante enormes periodos de la historia la crianza colectiva era la norma, donde todas las personas adultas del grupo social se repartían el cuido de les niñes independientemente de su vínculo biológico.

El ordenamiento jurídico debe irse moldeando a los nuevos cambios sociales. De lo contrario se darán cada vez más situaciones donde la ciudadanía no pueda encontrar solución a sus problemas dentro de lo legal. Esto implicaría una erosión en la legitimidad del estado de derecho. Debe ocurrir una revisión integral de las normas costarricenses en el tema de convivencias y familias: solo así se podrá ofrecer respuesta a todas las personas que desean llevar un estilo de vida que mejor se adapte a su contexto y preferencias.

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